Casa Pizarro fue una estancia perfecta en Cartagena. Odio los hoteles grandes y de marca, y esta propiedad boutique se ajusta perfectamente a la factura. La habitación estaba muy limpia, con una cama cómoda, aire acondicionado MUY FRIO, una máquina de autoservicio de mini-bar/espresso y un lindo patio con una bañera de hidromasaje. El servicio de limpieza vino todos los días a limpiar, y fueron extremadamente amables por la mañana cuando saludé. El desayuno no solo era delicioso, sino abundante: una cesta de pan con mermelada y mantequilla, un buffet de fruta fresca con opciones locales de Colombia además de variedades más conocidas, huevos hechos a pedido por la más encantadora y atenta Ana y Estelle, junto con café y zumo. (Nota: algunos de estos comentarios mencionan una “falta” de cantidad con respecto al desayuno; no tengo ni idea de cómo podría ser posible; salí cada día completamente rellenado de lo que ofrecía). La piscina fue una delicia diaria después de un largo día paseando por la ciudad caliente; observé que la limpiaban cada mañana. Hay toallas de playa/piscina bajo petición. La plaza que hay justo a las afueras del hotel es bastante bonita, y hay dos restaurantes muy buenos que puedo recomendar de mi estancia: Basilica Pizzería Café y Fama Bar Fusion – Restaurante Casa De Las Palmas. Esta última tiene un “menú del día” diario, que es barato, abundante y delicioso. Recomiendo totalmente Casa Pizarro para su aventura de Cartagena. Volvería sin pensarlo.
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